Estimados lectores:
El objetivo de este blog consiste en desarrollar por escrito aquellas ideas que están en nuestra mente y que queremos compartir más allá del aula. Para ello, se propone analizar y reflexionar con total libertad y respeto sobre el ejercicio de la ciudadanía y el rol del estado. Teniendo siempre presente los valores fundamentales del sistema democrático. Por último, se les solicita que utilicen el vocabulario correcto y específico de la disciplina en cuestión. Ahora sólo queda comenzar a escribir!!
Espero que sea de su interés.

Un cordial saludo.

Ma. Lorena Vaccher
Abogada. Profesora de Política y Ciudadanía.

martes, 22 de noviembre de 2011

“El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental”

16 de Noviembre de 2011.                                                                       Macarena Rodríguez López  
                                                                            5to Arte – Ceferino Namuncurá

Trabajo Integrador de Política y Ciudadanía:
Ma. Lorena Vaccher

“El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental”

Introducción.

El surgimiento del Estado Soberano causo un gran impacto a nivel social y político, por este motivo se considera relevante el hecho de analizar los diversos factores que comprenden al mismo y a la vez influyen en el. A lo largo de este trabajo, puede observarse la estrecha relación entre el Estado y la sociedad, ya que se necesitan mutuamente, y que las acciones tanto de uno como del otro son quienes transforman al Estado en lo que actualmente es.

Es importante destacar que el Estado, como hoy lo conocemos esta compuesto por más de un elemento, pero que el más importante de ellos, es la soberanía. A la vez, la sociedad cumple un rol destacado, y su formación ética y moral es considerablemente importante.  A pesar de que los valores de todos los individuos no sean exactamente iguales, hay ciertos valores que son establecidos socialmente por un Estado o una Nación, considerados como necesarios para lograr el orden y el equilibrio en la comunidad.

También es necesario brindarles gran parte de la importancia a las autoridades, quienes forman parte del gobierno, y  deben lograr ser legitimizadas por el pueblo para lograr cumplir sus diferentes metas, siendo la principal el bienestar de los individuos. El bienestar que busca alcanzarse debe ser tanto individual como general, siendo este ultimo el esencial para alcanzar la felicidad de quienes habitan en nuestro territorio.




El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental.
Aunque es posible identificar a lo largo de la historia y en distintos lugares, la concentración de poderes sobre territorios y poblaciones con características como el ejercicio de la fuerza de modo eficaz y la instauración del  orden social, es sólo gracias a la consolidación de los llamados Estados nacionales que podemos hablar de Estado en el sentido en que hoy utilizamos el término. Lo que denominamos actualmente Estado moderno, es un Estado nacional caracterizado por la soberanía. El Estado moderno es el resultado de un proceso de formación articulado en gran medida por la guerra, utilizada como instrumento para lograr el dominio de un territorio con exclusión de los poderes externos y para lograr la sumisión de los enemigos internos a los cuales se les priva del uso de la fuerza.
Un Estado es el conjunto de instituciones que poseen la autoridad necesaria para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio definido. Los elementos que son esenciales para la existencia del Estado son: la población, es decir un  grupo considerable de seres humanos; un territorio,  considerado un área definida sobre la superficie de la tierra en la cual reside permanente la población; el gobierno, aquella organización política a través de la cual la voluntad o la ley del Estado es expresada y administrada;  y la soberanía,  la supremacía del Estado sobre todos los individuos y asociaciones dentro del él, y la independencia jurídica del Estado de todo dominio político externo.  Podemos decir que la soberanía es el poder supremo del Estado, sobre el cual no existe ningún otro poder superior. Es aquel poder político que se le atribuye a una nación, o que posee un organismo, que no está sometido al control de otro.  El poder soberano que le corresponde al Estado busca el bien público, lo que permite afirmar que la soberanía es un poder relativo a lo que abarca el Estado, es decir, que siempre y cuando el estado busque cumplir con dicho objetivo, es soberano, si esto no sucede el Estado ya no es soberano, porque ya no es competente. No se trata de una limitación de la soberanía, sino una ausencia de la misma.
La soberanía de un estado es la capacidad que este posee para imponer reglas.  Jean Bodin ( 1529-1596) introdujo el concepto de soberanía, fue una idea clave para una comprensión moderna del Estado. Con este concepto, Bodin hacia referencia al poder absoluto y perpetuo de una sociedad, basado en su capacidad de legislar sin consentimiento de ningún otro poder. En los estados modernos, el concepto de soberanía se refiere a la capacidad de una sociedad política de ejercer el poder dentro de sus fronteras y de proteger las mismas ante las amenazas de un enemigo externo. La soberanía implica, la fomentación  de determinados valores, considerados propios o preferidos por esa nación. El concepto de soberanía tiene dos facetas principales como mencionamos anteriormente. Una interna, la cual indica que un Estado es soberano cuando tiene la capacidad y el derecho de  ejercer la fuerza para lograr la paz dentro de los límites de su territorio, en la cual a menudo existen conflictos que cuestionan la soberanía interna del estado. Y por otro lado, encontramos la faceta externa, en la cual, el estado tiene la capacidad de convocar a los ciudadanos para defender su territorio frente a posibles invasiones externas. 
El estado no solo necesita de la soberanía para funcionar, sino que un Estado es una nación organizada políticamente. Las sociedades que llamamos Estados se distinguen de los demás agregados humanos, como una unidad de seres que viven y actúan en común para la satisfacción de necesidades que son tanto de naturaleza política, como económica, religiosa, jurídica, entre otras. Puede decirse que el Estado es la persona moral de la Nación.  En el Estado, el gobierno lo forman el conjunto de autoridades que tienen funciones directas representativas, buscando cumplir con los objetivos del estado para así generar un bienestar en la sociedad, fomentando el cumplimiento de normas, y a la vez, mediante la toma de decisiones.
La soberanía significa la existencia de un poder supremo que implica el derecho, no de no someterse a ninguna regla, sino de dictar y aplicar las conducentes a la obtención del bien público, encaminando su actividad precisamente dentro de los senderos dados por esas normas. Para que esto sea posible, es indispensable que la sociedad legitimice a las autoridades, y esto es posible solo si la sociedad deposita su creencia en la autoridad de una persona, grupo o institución.
El Estado no tiene derecho a dar órdenes incondicionales, esto es, dar órdenes que no estén sujetas a principios rectores. Sus órdenes no son legítimas sino en cuanto están condicionadas por su fin y permanecen fieles al espíritu de la institución. Solo es legítima la actividad del Estado cuando su orientación es positiva, cuando se dirige hacia la obtención de su fin específico.
El bien público al ser el objetivo del Estado, posee  por su calidad general un rango superior al bien particular o individual. De esta manera, observamos que la idea de bien público contiene en potencia la idea de soberanía. El organismo tiene a su cargo obtener la paz y la tranquilidad, la creación y el cumplimiento de las leyes, para que esto sea posible tiene que poseer un poder, un mando que le permita imponer de manera obligatoria sus decisiones, y a la vez que la gobernabilidad, posea un gran nivel de legitimidad por parte de la sociedad, para así conseguir la eficacia en sus acciones.
El bien público temporal, que justifica la soberanía del Estado, determina, al mismo tiempo, su sentido y su límite. Por lo tanto, no corresponde a la soberanía fijar por sí misma el límite de su acción. Su competencia ya está prefijada por el fin específico que se deriva de su misma realidad existencial y, por ello, no tiene ningún poder para extenderlo, restringirlo o rebasarlo. Es necesario el correcto trabajo y cumplimiento por parte de las autoridades que nos representan, para que esto logre efectuarse.  Es decir, alcanzar una gobernabilidad que resulte eficaz para nuestro Estado.
Con el término gobernabilidad se designa la cualidad propia de una comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actual eficazmente dentro de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del Poder Ejecutivo mediante la obediencia del pueblo. Dentro de esta definición se deben tomar en cuenta dos factores de gran importancia, la eficacia, y a la vez la legitimidad. La eficacia puede entenderse como el cumplimiento de los objetivos del gobierno, ya que la legitimidad se considera como la aceptación de los ciudadanos de la dominación del gobierno.  (Arbos, X. y Giner, S., La gobernabilidad, ciudadanía y democracia en la encrucijada mundial, Siglo XXI, 1993). Por otra parte, el logro de una adecuada gobernabilidad depende de una serie de acuerdos básicos entre las fuerzas políticas, los grupos sociales y la sociedad. La responsabilidad de la gobernabilidad es de todos, gobierno y sociedad. En esta relación que podemos observar entre el gobierno y la sociedad, encontramos la legitimidad, entendida como tributo del Estado que consiste en la existencia, en una parte relevante de la población, de un grado de consenso tal que asegura la obediencia sin que sea necesario, excepto en momentos excepcionales, recurrir a la fuera para mantener el orden.  En este contexto, quienes detentan el poder, tratan de lograr el consenso para que se les reconozca como legítimo, transformando así la obediencia en adhesión. El que legitima el poder debe aceptar también el gobierno que se forme y actúe de conformidad con las normas y con los valores del régimen, a pesar de que no lo apruebe o hasta se oponga al mismo y a su política. Pero es importante el hecho de que se garantice el orden social, para que  el bienestar sea posible.

El orden que hace falta al hombre, como menciona Miguel Angel Duque De Estrada Dubon (13 de mayo de 2002) es “cosa de la ciudad, porque el derecho es la regla de vida para la asociación, y la decisión de lo justo es lo que constituye el derecho”. Para que el hombre, pueda desarrollar su sabiduría y sus virtudes, necesita de una formación, tanto moral, como académica o cultural. En lo que refiere a la formación “humana”, tanto la moral, como el derecho y los usos sociales, forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de ética es hablar del bien y del mal. La ética no es una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando directa o indirectamente sobre una vida.  La moral hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte de “lo bueno”. Ética y política se refieren ambos al bien del hombre. Y el bien de la ciudad y el del individuo coinciden porque la felicidad de la comunidad, como un todo, es la suma de la felicidad de cada individuo que integre esa comunidad. Cabe destacar, que al igual que el Estado soberano, busca el bien de la comunidad, pero en este caso, buscando el bien individual, para que la sumatoria del mismo, alcance el bienestar general. El Estado, además, ha de dedicarse a educar a sus ciudadanos en la virtud y a permitir que los ciudadanos sean felices. “La respuesta al problema no es que la política deba tener ésta o aquélla moral, sino esta otra: la política es moral. La política es ética, ella misma. No es una actividad que teniendo estas o aquellas exigencias prácticas deba además ser ética, sino que ella misma es una parte de la ética (ZANNIN, Enrique (2011) . La virtud Política: ética y moral. Formosa: PaisPyme. De MIHURA SEEBER, Federico. (2001). "La ética y la política: reflexiones sobre uno de los temas de mayor actualidad").
Para Aristóteles, la política es la forma más alta de la moralidad. Si no existiera moral política, toda otra moral se corrompería: esto es lo que actualmente llamamos esquema aristotélico.  Los motivos por los que afirma Aristóteles que la política es la forma más elevada y excelente de la ética es,  porque desde el punto de vista del valor (de los actos, de las conductas, de la virtud), los valores éticos que hacen posible la política son los más elevados. Es el más alto el valor del hombre en función política que el valor del hombre logrado como hombre privado. Y a esto lo expresa Aristóteles de un modo simple destacando lo siguiente: “porque superior al hombre que es capaz de hacer el bien a sí mismo y a sus allegados, es el que es capaz de hacerlo a los otros y a la ciudad, al Estado”. Aristóteles considera que la unidad del fin y del bien, sin considerar en ningún momento la posibilidad de un conflicto entre fines morales. Ética y política están íntimamente vinculadas en la definición de Aristóteles. La ética desemboca en la política y se subordina a ella, en la medida en que la voluntad individual ha de subordinarse a las voluntades de toda una comunidad. Pero también, la política permitirá que el Estado eduque a los hombres en la virtud y, sobre todo, en la justicia: “El bien es ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo; pero se reviste de un carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y a un Estado entero” (Ética Nic. I, 2.).  Dejando de lado a Aristóteles, y mirando dicha situación desde otro enfoque, podemos destacar que si se cree, como Maquiavelo, que la política es una actividad ajena a la moral, en la que los valores éticos no tienen aplicación y en que lo único importante es el éxito, lo que vale es solamente el poder.  Teniendo en cuenta cualquiera de los dos puntos de vista, podemos resaltar que el poder político es necesario, ya sea para luego llegar a la finalidad del bien común y la felicidad de la sociedad, o por el poder que el mismo conlleva. Esto, está directamente relacionado con la gobernabilidad, la legitimidad que esta confiere y la eficacia de la misma.
Luego de analizar diferentes factores que influyen en el Estado en el que vivimos, podemos afirmar que el Estado es la persona moral de la Nación, organizada políticamente. El Estado es un concepto de relaciones entre los individuos que lo constituyen, y que juntos cooperan para fines comunes, como  lograr el bienestar general, más allá del individual, y alcanzar la felicidad. Sin dejar de lado que para ello, las autoridades de cada Estado deben organizarlo correctamente, para que se mantenga la tranquilidad en el mismo, y no se corrompa el orden. Para que esto sea posible,  los gobernantes deben ser reconocidos y respetados por la sociedad, así convirtiéndose en autoridades legítimas, y a la vez para alcanzar la eficacia en su desarrollo, y el cumplimiento de sus objetivos. Aunque haya varios caminos para alcanzarlo, somos nosotros quienes produciendo un cambio podemos lograrlo.
Conclusión.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los conceptos desarrollados, principalmente la soberanía en relación al estado, es decir un estado soberano; la vinculación entre la ética y la política; tanto como la gobernabilidad considerada legitima además de eficaz; junto con algunas ideas de destacados pensadores como Aristóteles o Maquiavelo, podemos decir que dichos conceptos están estrechamente relacionados, ya que, podemos observar que el estado necesita de una sociedad, que la misma busca alcanzar el bienestar general, y que para alcanzar dicho objetivo es necesaria la organización que provee un gobierno que es legitimizado, y a la vez, la formación moral de todos los seres humanos. No es solo uno el camino para lograrlo, sino que dependiendo del contexto en el que cada Estado se encuentre la situación varía, y diversos factores afectan al desarrollo del mismo tanto políticamente como en otras áreas, como puede ser económicamente o culturalmente. Lo importante, es ir por un camino “correcto”, visto desde el punto social, que en general, es aquel en el cual se respeten los valores de las personas, al igual que sus derechos, se cumplan las normas, predomine el orden y el equilibrio. Pero para que esto sea posible se necesitan reforzar algunos puntos, como la educación, fomentar la solidaridad, el pensar en el otro.
En conclusión, para que puedan cumplirse los objetivos políticos es necesaria una sociedad educada y con valores humanos, y esto se logra desde una concientización social, en la cual nos encontremos con una comunidad con ganas de producir un cambio para así lograr un buen funcionamiento político, que genere el bienestar general e individual. A pesar de que esto sea un deseo común de toda sociedad, el alcanzar la felicidad y el bienestar general no es tarea fácil, es por esto que es importante tener en cuenta que, como el reconocido escritor Paulo Coelho  mencionó en uno de sus libros: “La vida no está hecha de deseos y sí de los actos de cada uno”. Entonces, queda en cada uno de nosotros tomar la decisión de cómo transitar este camino, y meditar si estamos dispuestos a realizar el cambio que la sociedad necesita.








Bibliografía.

•    Formación Ciudadana y Constitucional: Surgimiento del Estado
http://huitoto.udea.edu.co/derecho/constitucion/surgimiento_estado.html

•    Aprendiendo Derecho: Estado y sus elementos
http://aprendiendoderecho.bloges.org/1260985980/

•    Estado Soberano y Sumisión al Derecho, por: Miguel Ángel Duque De Estrada Dubon (Apuntes Universitarios)

•    Manual de Formación Ética y Ciudadana p.70, De lucia, Paola y otros. Política y Ciudadanía. Bs. As. Santillana. 2010.

•    Gobernabilidad y Democracia – Antonio Camou – 6 – Cuadernos de Divulgación De la Cultura Democrática – Instituto Federal Electoral

•    Recorte periodístico – País Pyme – Enrique Zannin – 2011
http://www.elpaispyme.com.ar/editoriales_detalle.php?autor=17&id=503

•    Biografía de Jean Bodin
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bodin.htm

•    Biografia de Paulo Coelho
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/coelho_paulo.htm

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