Estimados lectores:
El objetivo de este blog consiste en desarrollar por escrito aquellas ideas que están en nuestra mente y que queremos compartir más allá del aula. Para ello, se propone analizar y reflexionar con total libertad y respeto sobre el ejercicio de la ciudadanía y el rol del estado. Teniendo siempre presente los valores fundamentales del sistema democrático. Por último, se les solicita que utilicen el vocabulario correcto y específico de la disciplina en cuestión. Ahora sólo queda comenzar a escribir!!
Espero que sea de su interés.

Un cordial saludo.

Ma. Lorena Vaccher
Abogada. Profesora de Política y Ciudadanía.

martes, 22 de noviembre de 2011

“El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental”

16 de Noviembre de 2011.                                                                       Macarena Rodríguez López  
                                                                            5to Arte – Ceferino Namuncurá

Trabajo Integrador de Política y Ciudadanía:
Ma. Lorena Vaccher

“El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental”

Introducción.

El surgimiento del Estado Soberano causo un gran impacto a nivel social y político, por este motivo se considera relevante el hecho de analizar los diversos factores que comprenden al mismo y a la vez influyen en el. A lo largo de este trabajo, puede observarse la estrecha relación entre el Estado y la sociedad, ya que se necesitan mutuamente, y que las acciones tanto de uno como del otro son quienes transforman al Estado en lo que actualmente es.

Es importante destacar que el Estado, como hoy lo conocemos esta compuesto por más de un elemento, pero que el más importante de ellos, es la soberanía. A la vez, la sociedad cumple un rol destacado, y su formación ética y moral es considerablemente importante.  A pesar de que los valores de todos los individuos no sean exactamente iguales, hay ciertos valores que son establecidos socialmente por un Estado o una Nación, considerados como necesarios para lograr el orden y el equilibrio en la comunidad.

También es necesario brindarles gran parte de la importancia a las autoridades, quienes forman parte del gobierno, y  deben lograr ser legitimizadas por el pueblo para lograr cumplir sus diferentes metas, siendo la principal el bienestar de los individuos. El bienestar que busca alcanzarse debe ser tanto individual como general, siendo este ultimo el esencial para alcanzar la felicidad de quienes habitan en nuestro territorio.




El Estado soberano, factores sociales y políticos que influyen en el: ética y eficacia gubernamental.
Aunque es posible identificar a lo largo de la historia y en distintos lugares, la concentración de poderes sobre territorios y poblaciones con características como el ejercicio de la fuerza de modo eficaz y la instauración del  orden social, es sólo gracias a la consolidación de los llamados Estados nacionales que podemos hablar de Estado en el sentido en que hoy utilizamos el término. Lo que denominamos actualmente Estado moderno, es un Estado nacional caracterizado por la soberanía. El Estado moderno es el resultado de un proceso de formación articulado en gran medida por la guerra, utilizada como instrumento para lograr el dominio de un territorio con exclusión de los poderes externos y para lograr la sumisión de los enemigos internos a los cuales se les priva del uso de la fuerza.
Un Estado es el conjunto de instituciones que poseen la autoridad necesaria para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio definido. Los elementos que son esenciales para la existencia del Estado son: la población, es decir un  grupo considerable de seres humanos; un territorio,  considerado un área definida sobre la superficie de la tierra en la cual reside permanente la población; el gobierno, aquella organización política a través de la cual la voluntad o la ley del Estado es expresada y administrada;  y la soberanía,  la supremacía del Estado sobre todos los individuos y asociaciones dentro del él, y la independencia jurídica del Estado de todo dominio político externo.  Podemos decir que la soberanía es el poder supremo del Estado, sobre el cual no existe ningún otro poder superior. Es aquel poder político que se le atribuye a una nación, o que posee un organismo, que no está sometido al control de otro.  El poder soberano que le corresponde al Estado busca el bien público, lo que permite afirmar que la soberanía es un poder relativo a lo que abarca el Estado, es decir, que siempre y cuando el estado busque cumplir con dicho objetivo, es soberano, si esto no sucede el Estado ya no es soberano, porque ya no es competente. No se trata de una limitación de la soberanía, sino una ausencia de la misma.
La soberanía de un estado es la capacidad que este posee para imponer reglas.  Jean Bodin ( 1529-1596) introdujo el concepto de soberanía, fue una idea clave para una comprensión moderna del Estado. Con este concepto, Bodin hacia referencia al poder absoluto y perpetuo de una sociedad, basado en su capacidad de legislar sin consentimiento de ningún otro poder. En los estados modernos, el concepto de soberanía se refiere a la capacidad de una sociedad política de ejercer el poder dentro de sus fronteras y de proteger las mismas ante las amenazas de un enemigo externo. La soberanía implica, la fomentación  de determinados valores, considerados propios o preferidos por esa nación. El concepto de soberanía tiene dos facetas principales como mencionamos anteriormente. Una interna, la cual indica que un Estado es soberano cuando tiene la capacidad y el derecho de  ejercer la fuerza para lograr la paz dentro de los límites de su territorio, en la cual a menudo existen conflictos que cuestionan la soberanía interna del estado. Y por otro lado, encontramos la faceta externa, en la cual, el estado tiene la capacidad de convocar a los ciudadanos para defender su territorio frente a posibles invasiones externas. 
El estado no solo necesita de la soberanía para funcionar, sino que un Estado es una nación organizada políticamente. Las sociedades que llamamos Estados se distinguen de los demás agregados humanos, como una unidad de seres que viven y actúan en común para la satisfacción de necesidades que son tanto de naturaleza política, como económica, religiosa, jurídica, entre otras. Puede decirse que el Estado es la persona moral de la Nación.  En el Estado, el gobierno lo forman el conjunto de autoridades que tienen funciones directas representativas, buscando cumplir con los objetivos del estado para así generar un bienestar en la sociedad, fomentando el cumplimiento de normas, y a la vez, mediante la toma de decisiones.
La soberanía significa la existencia de un poder supremo que implica el derecho, no de no someterse a ninguna regla, sino de dictar y aplicar las conducentes a la obtención del bien público, encaminando su actividad precisamente dentro de los senderos dados por esas normas. Para que esto sea posible, es indispensable que la sociedad legitimice a las autoridades, y esto es posible solo si la sociedad deposita su creencia en la autoridad de una persona, grupo o institución.
El Estado no tiene derecho a dar órdenes incondicionales, esto es, dar órdenes que no estén sujetas a principios rectores. Sus órdenes no son legítimas sino en cuanto están condicionadas por su fin y permanecen fieles al espíritu de la institución. Solo es legítima la actividad del Estado cuando su orientación es positiva, cuando se dirige hacia la obtención de su fin específico.
El bien público al ser el objetivo del Estado, posee  por su calidad general un rango superior al bien particular o individual. De esta manera, observamos que la idea de bien público contiene en potencia la idea de soberanía. El organismo tiene a su cargo obtener la paz y la tranquilidad, la creación y el cumplimiento de las leyes, para que esto sea posible tiene que poseer un poder, un mando que le permita imponer de manera obligatoria sus decisiones, y a la vez que la gobernabilidad, posea un gran nivel de legitimidad por parte de la sociedad, para así conseguir la eficacia en sus acciones.
El bien público temporal, que justifica la soberanía del Estado, determina, al mismo tiempo, su sentido y su límite. Por lo tanto, no corresponde a la soberanía fijar por sí misma el límite de su acción. Su competencia ya está prefijada por el fin específico que se deriva de su misma realidad existencial y, por ello, no tiene ningún poder para extenderlo, restringirlo o rebasarlo. Es necesario el correcto trabajo y cumplimiento por parte de las autoridades que nos representan, para que esto logre efectuarse.  Es decir, alcanzar una gobernabilidad que resulte eficaz para nuestro Estado.
Con el término gobernabilidad se designa la cualidad propia de una comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actual eficazmente dentro de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del Poder Ejecutivo mediante la obediencia del pueblo. Dentro de esta definición se deben tomar en cuenta dos factores de gran importancia, la eficacia, y a la vez la legitimidad. La eficacia puede entenderse como el cumplimiento de los objetivos del gobierno, ya que la legitimidad se considera como la aceptación de los ciudadanos de la dominación del gobierno.  (Arbos, X. y Giner, S., La gobernabilidad, ciudadanía y democracia en la encrucijada mundial, Siglo XXI, 1993). Por otra parte, el logro de una adecuada gobernabilidad depende de una serie de acuerdos básicos entre las fuerzas políticas, los grupos sociales y la sociedad. La responsabilidad de la gobernabilidad es de todos, gobierno y sociedad. En esta relación que podemos observar entre el gobierno y la sociedad, encontramos la legitimidad, entendida como tributo del Estado que consiste en la existencia, en una parte relevante de la población, de un grado de consenso tal que asegura la obediencia sin que sea necesario, excepto en momentos excepcionales, recurrir a la fuera para mantener el orden.  En este contexto, quienes detentan el poder, tratan de lograr el consenso para que se les reconozca como legítimo, transformando así la obediencia en adhesión. El que legitima el poder debe aceptar también el gobierno que se forme y actúe de conformidad con las normas y con los valores del régimen, a pesar de que no lo apruebe o hasta se oponga al mismo y a su política. Pero es importante el hecho de que se garantice el orden social, para que  el bienestar sea posible.

El orden que hace falta al hombre, como menciona Miguel Angel Duque De Estrada Dubon (13 de mayo de 2002) es “cosa de la ciudad, porque el derecho es la regla de vida para la asociación, y la decisión de lo justo es lo que constituye el derecho”. Para que el hombre, pueda desarrollar su sabiduría y sus virtudes, necesita de una formación, tanto moral, como académica o cultural. En lo que refiere a la formación “humana”, tanto la moral, como el derecho y los usos sociales, forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de ética es hablar del bien y del mal. La ética no es una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando directa o indirectamente sobre una vida.  La moral hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo quien se las auto impone no como obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte de “lo bueno”. Ética y política se refieren ambos al bien del hombre. Y el bien de la ciudad y el del individuo coinciden porque la felicidad de la comunidad, como un todo, es la suma de la felicidad de cada individuo que integre esa comunidad. Cabe destacar, que al igual que el Estado soberano, busca el bien de la comunidad, pero en este caso, buscando el bien individual, para que la sumatoria del mismo, alcance el bienestar general. El Estado, además, ha de dedicarse a educar a sus ciudadanos en la virtud y a permitir que los ciudadanos sean felices. “La respuesta al problema no es que la política deba tener ésta o aquélla moral, sino esta otra: la política es moral. La política es ética, ella misma. No es una actividad que teniendo estas o aquellas exigencias prácticas deba además ser ética, sino que ella misma es una parte de la ética (ZANNIN, Enrique (2011) . La virtud Política: ética y moral. Formosa: PaisPyme. De MIHURA SEEBER, Federico. (2001). "La ética y la política: reflexiones sobre uno de los temas de mayor actualidad").
Para Aristóteles, la política es la forma más alta de la moralidad. Si no existiera moral política, toda otra moral se corrompería: esto es lo que actualmente llamamos esquema aristotélico.  Los motivos por los que afirma Aristóteles que la política es la forma más elevada y excelente de la ética es,  porque desde el punto de vista del valor (de los actos, de las conductas, de la virtud), los valores éticos que hacen posible la política son los más elevados. Es el más alto el valor del hombre en función política que el valor del hombre logrado como hombre privado. Y a esto lo expresa Aristóteles de un modo simple destacando lo siguiente: “porque superior al hombre que es capaz de hacer el bien a sí mismo y a sus allegados, es el que es capaz de hacerlo a los otros y a la ciudad, al Estado”. Aristóteles considera que la unidad del fin y del bien, sin considerar en ningún momento la posibilidad de un conflicto entre fines morales. Ética y política están íntimamente vinculadas en la definición de Aristóteles. La ética desemboca en la política y se subordina a ella, en la medida en que la voluntad individual ha de subordinarse a las voluntades de toda una comunidad. Pero también, la política permitirá que el Estado eduque a los hombres en la virtud y, sobre todo, en la justicia: “El bien es ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo; pero se reviste de un carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y a un Estado entero” (Ética Nic. I, 2.).  Dejando de lado a Aristóteles, y mirando dicha situación desde otro enfoque, podemos destacar que si se cree, como Maquiavelo, que la política es una actividad ajena a la moral, en la que los valores éticos no tienen aplicación y en que lo único importante es el éxito, lo que vale es solamente el poder.  Teniendo en cuenta cualquiera de los dos puntos de vista, podemos resaltar que el poder político es necesario, ya sea para luego llegar a la finalidad del bien común y la felicidad de la sociedad, o por el poder que el mismo conlleva. Esto, está directamente relacionado con la gobernabilidad, la legitimidad que esta confiere y la eficacia de la misma.
Luego de analizar diferentes factores que influyen en el Estado en el que vivimos, podemos afirmar que el Estado es la persona moral de la Nación, organizada políticamente. El Estado es un concepto de relaciones entre los individuos que lo constituyen, y que juntos cooperan para fines comunes, como  lograr el bienestar general, más allá del individual, y alcanzar la felicidad. Sin dejar de lado que para ello, las autoridades de cada Estado deben organizarlo correctamente, para que se mantenga la tranquilidad en el mismo, y no se corrompa el orden. Para que esto sea posible,  los gobernantes deben ser reconocidos y respetados por la sociedad, así convirtiéndose en autoridades legítimas, y a la vez para alcanzar la eficacia en su desarrollo, y el cumplimiento de sus objetivos. Aunque haya varios caminos para alcanzarlo, somos nosotros quienes produciendo un cambio podemos lograrlo.
Conclusión.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los conceptos desarrollados, principalmente la soberanía en relación al estado, es decir un estado soberano; la vinculación entre la ética y la política; tanto como la gobernabilidad considerada legitima además de eficaz; junto con algunas ideas de destacados pensadores como Aristóteles o Maquiavelo, podemos decir que dichos conceptos están estrechamente relacionados, ya que, podemos observar que el estado necesita de una sociedad, que la misma busca alcanzar el bienestar general, y que para alcanzar dicho objetivo es necesaria la organización que provee un gobierno que es legitimizado, y a la vez, la formación moral de todos los seres humanos. No es solo uno el camino para lograrlo, sino que dependiendo del contexto en el que cada Estado se encuentre la situación varía, y diversos factores afectan al desarrollo del mismo tanto políticamente como en otras áreas, como puede ser económicamente o culturalmente. Lo importante, es ir por un camino “correcto”, visto desde el punto social, que en general, es aquel en el cual se respeten los valores de las personas, al igual que sus derechos, se cumplan las normas, predomine el orden y el equilibrio. Pero para que esto sea posible se necesitan reforzar algunos puntos, como la educación, fomentar la solidaridad, el pensar en el otro.
En conclusión, para que puedan cumplirse los objetivos políticos es necesaria una sociedad educada y con valores humanos, y esto se logra desde una concientización social, en la cual nos encontremos con una comunidad con ganas de producir un cambio para así lograr un buen funcionamiento político, que genere el bienestar general e individual. A pesar de que esto sea un deseo común de toda sociedad, el alcanzar la felicidad y el bienestar general no es tarea fácil, es por esto que es importante tener en cuenta que, como el reconocido escritor Paulo Coelho  mencionó en uno de sus libros: “La vida no está hecha de deseos y sí de los actos de cada uno”. Entonces, queda en cada uno de nosotros tomar la decisión de cómo transitar este camino, y meditar si estamos dispuestos a realizar el cambio que la sociedad necesita.








Bibliografía.

•    Formación Ciudadana y Constitucional: Surgimiento del Estado
http://huitoto.udea.edu.co/derecho/constitucion/surgimiento_estado.html

•    Aprendiendo Derecho: Estado y sus elementos
http://aprendiendoderecho.bloges.org/1260985980/

•    Estado Soberano y Sumisión al Derecho, por: Miguel Ángel Duque De Estrada Dubon (Apuntes Universitarios)

•    Manual de Formación Ética y Ciudadana p.70, De lucia, Paola y otros. Política y Ciudadanía. Bs. As. Santillana. 2010.

•    Gobernabilidad y Democracia – Antonio Camou – 6 – Cuadernos de Divulgación De la Cultura Democrática – Instituto Federal Electoral

•    Recorte periodístico – País Pyme – Enrique Zannin – 2011
http://www.elpaispyme.com.ar/editoriales_detalle.php?autor=17&id=503

•    Biografía de Jean Bodin
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bodin.htm

•    Biografia de Paulo Coelho
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/coelho_paulo.htm

Nuestro mayor derecho: la libertad


16 de noviembre de 2011

Trabajo Integrador

Nuestro mayor derecho: la libertad


  • Temas: Libertad (ciudadanía), democracia y golpe de estado.



Introducción:
Nacemos como libertad, solo que a veces se nos olvida, o nos hacen olvidarlo. Tenemos el poder de decidir que ropa usar, a que tipo de institución concurrir, a que religión pertenecemos, y que forma de vida queremos desarrollar. A medida que crecemos, somos libres de formar nuestros propios intereses, buscar nuestros objetivos y establecernos como personas. Pero todo parte de una base: la libertad; y con la libertad, el ser ciudadano.

Sobre la libertad se ha dicho y se seguirá diciendo mucho. Se argumenta, por ejemplo, en algunas concepciones, que siendo el hombre libre no lo es del todo pues tiene toda actividad regulada por pautas de conducta que le dicen lo que debe y lo que no debe hacer.

Pero este hecho tiene un antecedente nacido de una relación de dependencia, si nos remontamos a los tiempos primeros de la existencia del hombre, como nos dice Juan Monroy: –la única posibilidad que tuvo el animal humano para subsistir dependió de la formación de grupos (clanes, tribus, gangs). Lo que explica un rasgo del hombre tan antiguo como su existencia: su sociabilidad"–. Si a esto le sumamos lo venido después, desde las viejas Concepciones Estatales, Platónicas como Aristotélicas, Rousseau y su Social Contract, el nacimiento del Constitucionalismo, Montesquieu y la Teoría de la Separación de Poderes y el reconocimiento de los Derecho Fundamentales de las Personas, concluiremos inobjetablemente que la libertad forma parte de la evolución del hombre y que ha sido tema de discusión y polémica durante toda nuestra existencia y que además se denota una gran dependencia, o necesidad, del hombre a vivir con otros en sociedad para facilitar la respuesta a sus necesidades.

En el presente trabajo tendremos una aproximación al concepto de libertad que nos la hace mostrar como un derecho, como un derecho imprescindible e inalienable de la persona humana.

Tipos de libertad
·         Libertad física: es la posibilidad del movimiento; lo opuesto a estar encerrado o encarcelado.
·         Libertad Política: Capacidad de ejercer nuestros derechos políticos de participación en la vida de nuestras comunidades políticas; el derecho al voto responde a esta libertad.
·         Libertad civil: Capacidad de ejercer nuestros derechos civiles; por ejemplo el derecho a la huelga o a crear sindicatos
·         Libertad de expresión: Capacidad de pensar lo que queremos, y más concretamente de poder expresarlo.
·         Libertad religiosa: posibilidad de elegir y ejercer las propias creencias sin estar coaccionado por nadie.
La libertad política da al hombre el derecho de pensar, el derecho de emitir su pensamiento, el derecho de reunirse, el derecho de ejercer el oficio, profesión o industria que le acomode, el derecho de transitar libremente por el territorio nacional, y entre otros muchos derechos y prerrogativas tiene el derecho de votar y ser votado para los cargos públicos de elección popular. En cambio de estas libertades vienen las obligaciones, siendo las principales: el pago de contribuciones para los gastos públicos, el servicio gratuito a las autoridades cuando éstas necesiten el auxilio de los ciudadanos.
Todos conocemos ya estas libertades y las exigimos, son la base de la sociedad actual. La libertad está muy ligada muchos otros conceptos importantes como el de la justicia o el de la autorrealización, es decir, sin libertad no habría justicia, aunque tampoco habría justicia sin libertad, en cambio la autorrealización personal necesita la libertad como algo fundamental.
Dentro de la política, la libertad de expresión es uno de los derechos más importantes.

El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha
para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.
Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios, como por personas individuales que quieren imponer su ideología o valores personales, callando los otros.
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.
Un claro ejemplo, es lo que sucedió con el conocido cantante Fito Páez.
El día 12/ 7 / 2011 el músico rosarino criticó en duros términos a los porteños que votaron a Mauricio Macri para la reelección en la Jefatura de Gobierno, utilizando términos como “me da asco la mitad de Buenos Aires” o “Gente con ideas para pocos, egoístas, sin swing” lo que generó grandes revuelos y fuertes polémicas en las distintas esferas políticas.
Por fuera del ámbito político, el nombre del músico se convirtió en uno de los términos más utilizados del día en la conocida red social “Twitter”, que lo tuvo como protagonista de innumerables debates entre los usuarios, que se expresaron a favor y en contra de sus declaraciones.
El secretario de gobierno, la diputada macrista, entre otros referentes del PRO, pidieron la inmediata ratificación del cantautor ante semejantes dichos y, Fito Páez fue citado por el fiscal penal, contravencional y de faltas de la Ciudad, Martín Lapadú, a una audiencia de mediación en la que el músico deberá presentarse y que todavía no tiene fecha pero que se estima será para fines de Septiembre, con el objetivo de retirar sus palabras.
Entonces, si nos detenemos unos minutos ¿realmente tenemos libertad de expresión? ¿Hasta qué punto llega esa libertad?
Como bien sabemos, la democracia se sostiene de tres pilares fundamentales, como ser la igualdad, la justicia y la libertad ya sea de expresión, civil o política. Vale destacar que Páez tuvo la posibilidad de manifestar sus ideales a través de controles informales, como son los medios de comunicación, en este caso el diario Página 12, sin una censura previa, pero junto con nuestros derechos tenemos obligaciones que debemos cumplir, en este caso, debemos respetar a quien piensa diferente porque de eso se trata la democracia, de entender diferentes opiniones y respetarlas, sin ofender a terceros o utilizar términos de agresión para con ellos.
                También recordemos que nuestra democracia es semi indirecta, es decir, los ciudadanos poseen el derecho de presentar proyectos de ley, y elegir a sus representantes mediante el voto y según lo que decida la mayoría, si la mitad de los porteños eligieron a Macri esa opinión debe ser respetada, ya que si volvemos a los principios fundamentales de un sistema democrático la sociedad debe tener cierto respeto a la vida, un diálogo o negociación, un consenso y controles.

Pero la libertad no siempre fue como es hoy para nosotros. No siempre la forma de gobierno fue democrática, ni los derechos de los humanos existieron. No siempre tuvimos la libertad de escuchar la música que quisimos, la capacidad de elegir, expresar nuestras ideas, el derecho al voto, la participación, igualdad y libertad, ni la capacidad de elegir a nuestros representantes.
En nuestra historia, sucedió un hecho que nos marcó a todos por igual, pero nos llevó a ser lo que somos hoy en día.  Un gobierno militar en el que se hizo uso de la violencia para liderar a la sociedad, se torturo a las personas como si fuesen cuerpos sin alma y, lo mas grave de todo, es que no se tenía en cuenta realmente el valor como persona, ni ningún tipo de libertad: el golpe de Estado.

En un golpe de Estado se termina la democracia y la soberanía del pueblo, ya que el régimen y obediencia se establece a través de la violencia y no hay un consenso entre los ciudadanos.
Golpe de Estado, violación y vulneración de la legalidad institucional vigente en un Estado por parte de un grupo de personas que pretenden, mediante la fuerza, sustituir o derrocar el régimen existente, sustituyéndole por otro propicio y generalmente configurado por las propias fuerzas golpistas. Este ataque contra la soberanía implica que la mayoría de los golpes de Estado supongan la retención de los organismos depositarios de aquélla (cámaras parlamentarias, gobierno) o de sus miembros. Los participantes suelen tener control sobre elementos estratégicos de las fuerzas armadas y de la policía y, para asegurar el triunfo de su acción, intentan hacerse con el de los medios de comunicación.

Durante muchos años el golpe de Estado ha sido un instrumento habitual para el derrocamiento de gobiernos en el Tercer Mundo. La pobreza, la insuficiente madurez política, económica y social, y una larga tradición de liderazgo militar, han hecho que muchos países sean especialmente propensos a derrocar a los gobiernos de este modo.
Un golpe de Estado, sucedió en Argentina en el año 1976.

La sociedad Argentina, era el punto central de transformaciones propuestas por el gobierno militar. Ya que la idea no se fundaba simplemente en corregir una política económica, de resolver una crisis institucional o de derrocar a la guerrilla. Por que para ello solo hubiese bastado algunos cambios dentro de la legalidad constitucional. La existencia misma de una nación, era el cuestionamiento que se planteaba la Junta Militar. “Reorganizar” la sociedad argentina, era entonces la solución a esta crisis, era un “proceso” que no tenía “plazos” pero si “objetivos”: crear un ser occidental, nacional y cristiano.

La represión política y social (que buscaba eliminar a todos aquellos que se opusieran a sus objetivos), sumado a la desarticulación de las bases de la economía industrial (es decir, abandonar por completo el modelo industrialista iniciado 40 años atrás y producir una mayor concentración de la riqueza) y ejercicio autoritario del poder, fueron las expresiones que fundaron esta “reorganización”. Sin embargo, la derrota en la Guerra de Malvinas, fue el producto que sirvió para el derrocamiento del gobierno militar, acelerando se desgaste y llevando a Galtieri a renunciaren Julio de 1982.

Uno de los rasgos fundamentales de este gobierno militar fue la represión ilegal, desarrollado con gran tenacidad entre los años 1976 y 1978. Este rótulo de ilegalidad no se acuñe porque sólo fue llevada a cabo por el gobierno de facto, sino fundamentalmente porque se violaba la legalidad establecida por ese mismo gobierno. Tal es así, que la represión era organizada de manera sumamente planeada, y dirigida por los más altos niveles de decisión político y militar. Pero hay que agregarle otra particularidad, al mismo tiempo fue clandestina. Quienes fueron receptores de la misma, eran aquellos integrantes de las organizaciones guerrilleras que se comprometían con la lucha armada. No obstante, no fueron los únicos, sino que se extendió a aquellos actores sociales y políticos totalmente desvinculados de esta participación guerrillera.
Así este gobierno militar, también suprimió los derechos civiles y las libertades públicas, anulando las garantías constitucionales y por lo tanto, creando nuevos instrumentos. Un hecho que tuvo grave consecuencias fue la suspensión de la vigencia de la última parte del artículo 23 de la Constitución nacional, quien establece que en ciertas condiciones el gobierno puede declarar estado de sitio. La suspensión de esta garantía individual se vio agravada porque el Poder Ejecutivo, decide poner a su disposición una numerosa cantidad de detenidos.
Con un total verificado de más de trescientos, los centros clandestinos, fueron los sitios elegidos para llevar a cabo las modalidades de represión, como secuestro, detención, tortura, y en la mayoría de los casos ejecución. Así, la pena de muerte fue implantada por la Junta Militar, aunque siempre fuera de la ley, es decir que no se aplicaba legalmente la misma. Algunas estimaciones hablan de diez mil casos comprobados (algunos triplican la cifra), incluyendo en estas a personas detenidas y ejecutadas clandestinamente por las fuerzas de seguridad. Pero aquí surge una figura jurídica muy nombrada en nuestros días “desaparecidos” (implica la desaparición forzada de personas.

No obstante, la población argentina en su totalidad vivió un clima de miedo de censura, consecuencia de esta represión vivenciada. El gobierno estableció además, un duro control sobre los medios de comunicación y la vigilancia de todas las manifestaciones artísticas. La acción coactiva del Estado terrorista silenció cualquier tipo de opinión o información que se consideraba como peligrosa para el gobierno.
En este golpe de Estado, la libertad y los derechos de las personas no se tenían en cuenta. La cantidad de personas que fueron arrebatadas de sus vidas y de sus casas en una noche cuando entraron los militares a buscarlos o simplemente cuando caminaban por la calle, es interminable.
Todas estas luchas y el esfuerzo que implico establecer un gobierno que cumpla con todas las expectativas y una libertad común para todas las personas, llegamos a ser lo que somos hoy, a formarnos como ciudadanos. A establecernos como un miembro de una sociedad, en la que rige una forma de gobierno que nos permite involucrarnos como individuos en las decisiones políticas y nos permite gozar de todos nuestros derechos: la democracia.
Para asegurar la existencia y permanencia de la libertad política en una verdadera democracia, los mecanismos necesarios deben estar incorporados a las reglas recogidas en la constitución (separación de poderes y representatividad).

La democracia es el gobierno del pueblo, en donde se presenta la libertad como derecho desde el nacimiento. Nos permite involucrarnos en la política y elegir un representante para nuestro país que cumpla con nuestras expectativas. Además nos da la posibilidad de presentar un proyecto de ley con ideas que nos parezcan relevantes para tener una mayor calidad de vida, haciendo uso de nuestra libertad de expresión.
Se puede considerar a la democracia como una forma de gobierno ya que es un gobierno republicano, en donde se presenta la división de poderes determinada por Montesquieu (poder ejecutivo representado por el presidente; poder legislativo representado por la cámara de diputados y senadores; y el poder judicial representado por jueces). Además es un gobierno representativo, ya que por medio de las elecciones, los ciudadanos podemos elegir al representante que consideremos pertinente.
Esta forma de gobierno establece que todos los ciudadanos somos iguales de nacimiento y tenemos las mismas oportunidades; promoviendo el bienestar general. El pueblo participa con soberanía y el Estado tiene una responsabilidad jurídica, política y de garantizar la justicia.


La cultura democrática y el sistema democrático están determinados por principios fundamentales como su funcionamiento, a través de negociaciones (formas de acordar), consenso (respetar la decisión de la mayoría), controles formales (leyes y autoridades), o controles informales (incidencia de los medios de comunicación).












Conclusión:
La democracia nos permite ser libres, gozar de nuestros derechos y que nos valoren como personas. No podemos permitir que vuelva a suceder un hecho tan grave como lo fue el golpe de estado del año 1976. Debemos tomar conciencia de que como ciudadanos tenemos un deber, y es hacer que todo el esfuerzo hecho durante todos estos años para llegar a ser lo que somos hoy, de su fruto.
El valor de la libertad es tan grande que Gayo la consideraba como el mayor de los bienes: "Libertas omnibus rebus favorabilior est" (La libertad es la más preciada de las cosas). Y tan elevado es su precio que, ratificando a su colega Ulpiano (Alterum Non Laedere:222), decía: "Libertas pecunia lui non potest" (la libertad no se puede pagar con dinero).

La libertad de ser quienes somos no nos la impone ni el estado, ni la política, ni la sociedad. La libertad es nuestra, y nadie nos la puede quitar.
 “No existe un solo modelo de democracia, o de los derechos humanos, o de la expresión cultural para todo el mundo. Pero para todo el mundo, tiene que haber democracia, derechos humanos y una libre expresión cultural.”
Kofi Annan - 1962


















BIBLIOGRAFIA

Enciclopedia Encarta 2000
http://encarta.msn.es
Conceptos vistos en clase, apuntes
Cabanellas, Guillermo (1996) Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual.Ed. Buenos Aires. Editorial Heliasta. Vol V.

Conceptos políticos, ideológicos e históricos que conforman la democracia.


                                        Camila Melman
Conceptos políticos, ideológicos e históricos
que conforman la democracia.

“Sin democracia, la libertad es una quimera”.
Octavio Paz (1914-1998) poeta mexicano.

Introducción.
Hoy vivimos en democracia, una forma de gobierno que nos permite tanto la libertad de expresión, como la libre participación ciudadana, entre otras cosas. Hablar de democracia no implica solamente una forma de gobierno, sino que abarca conceptos que se podrían ampliar hacía lo filosófico, ideológico, político, social y económico. Todo esto nos lleva a pensar que la democracia podría interpretarse como una forma de vida.
Por lo tanto, ¿cómo es vivir en democracia, a qué nos lleva?, ¿Qué consecuencias resultan de esta vida en democracia?, ¿Es acaso la libertad de expresión, la participación activa, la garantía de los derechos y los deberes ciudadanos aquello que la democracia nos lega haciendo posible una sociedad en la cual podemos afianzarnos como hombres y mujeres orgullosos de un nación libre?
Puesto que así lo considero, en este trabajo me propongo hacer un breve resumen de la evolución del concepto de democracia. Para ello, es importante destacar diferentes pensamientos y momentos históricos, que ayudaron a la constitución de un sistema de gobierno democrático, republicano y federal como el que se ejerce hoy en nuestro país.
Asimismo, es interesante hacer énfasis en la importancia de las etapas de cambios, fundamentalmente teniendo en cuenta cómo van surgiendo cada una a partir de la otra, en forma consecutiva; pero no así discontinua. Es decir, cada etapa contiene el germen de lo que será la siguiente.
Por lo tanto, para comprender este proceso se intentará profundizar en los conceptos que considero, son de fundamental importancia. Ellos son: Estado, nación y Poder político.


Estado y Nación como base de la democracia.
¿Cómo llegamos a una democracia? Principalmente tenemos que tener en cuenta aspectos fundamentales para alcanzar este sistema de gobierno, como son la necesidad de un Estado y una Nación.
El Estado moderno se originó en los conflictos que estallaban a raíz de los intentos de superar el modo de organización feudal. Principalmente se fue dando a través de cambios graduales como fue la separación de la religión y la política, dando un gran giro a la constitución de lo que hoy llamamos Estado-nación. Dentro de toda esta situación, de a poco fue tomando forma la centralización del poder político. De esta manera se proponía la unidad del territorio, eliminar conflictos internos y prevenir en forma organizada posibles agresiones externas. Los mayores cambios políticos se debieron a la Revolución Francesa.
¿Qué es un Estado y una Nación? Estos conceptos suelen asemejarse y muchas veces tomarse  como sinónimos, aunque, claramente no lo son. El Estado, tiene el poder de dirigir, de aceptar o de reprimir las acciones que llevan a cabo las personas. Por eso, es que se podría decir que el poder político se concentra en el Estado, estableciendo de esta manera un orden social. Pero, también es un concepto que abarca más cosas que esta definición. Es por esto que durante muchos años de la historia diferentes pensadores fueron indagando qué es el Estado, de dónde proviene el poder del mismo, así como también otras cuestiones de mucha importancia.
Para ello, podríamos tomar como punto de referencia a John Locke, Jean-Jacques Rousseau, Thomas Hobbes, Nicolás Maquiavelo,  entre otros, que obtuvieron diferentes respuestas a estas preguntas.  
Es así como, Hobbes (1588-1679), por ejemplo, decide hablar del Estado partiendo de la base de un “estado de naturaleza”, en la que asegura una situación de miseria general y de guerra de todos contra todos. De esta manera encontraba como única opción para lograr un estado de paz, orden y seguridad, la condición de otorgarle el poder y los derechos a uno solo (soberano absoluto). 
En cambio, para Locke (1632-1704), el “estado de naturaleza” no poseía las características que le atribuía Hobbes. Creía que todos los hombres eran iguales y libres, y podían vivir en paz para lograr gozar de sus derechos naturales.  Pero el problema surgía en los inevitables resultados de confusión e inseguridad que esto producía. Así, surge la necesidad de dividir el poder y organizar el gobierno. Nicolás Maquiavelo (1469- 1527), fue el primer teórico que empleo este concepto como una organización estable, con sus cargos, oficios y burocracia.
Luego de hacer un recorrido por las diferentes ideologías, logramos destacar una principal característica semejante en los pensadores en cuestión: todos toman al Estado como la mejor forma de organizar a una sociedad, y lograr así un orden social.  Asimismo, pretenden a través del poder político lograr una situación de paz y conformidad entre los habitantes del Estado.
Ahora bien, como dijimos antes, la Nación no es lo mismo que el Estado. Ésta comprende otras características fundamentales, de las cuales no puede prescindir. En la antigüedad, era concebida como un grupo humano cuyos integrantes tienen una identidad común. Hoy, esa identidad está constituida por: un territorio, con límites precisos; una historia, con acontecimientos altamente significativos para los integrantes de la nación; y un conjunto de hábitos, prácticas, creencias que forman la cultura que va a ser la base de esta nación.
Por eso podríamos decir que Estado es un concepto político, mientras que Nación es un concepto sociológico. Lo ideal, podría decirse, es que cada nación puede formar un Estado para poder valer sus derechos de una manera organizada. Para esto, es necesario un consenso entre los habitantes de la sociedad del Estado, simplemente logrado con la identificación del grupo social. El Estado, muchas veces, es también el que se encarga de mantener esta identidad, a través de símbolos (como puede ser una bandera, un escudo) o de instituciones. Es importante esto, como también la soberanía de un Estado, que consiste en la capacidad de éste de imponer reglas. Si no posee cierta soberanía, el Estado no podría llamarse tal, ya que no tendría la autoridad sobre sus integrantes necesaria para hacer cumplir el orden social, y la identificación justa.
En Argentina, la construcción del Estado no fue dada de manera repentina. Principalmente, luego de la sanción de la Constitución en 1853, se formó un gobierno central, el cual tenía en su poder a un grupo de habitantes que compartía una misma región, pero que no se sentían parte de una entidad central.
Entre 1862 y 1880, el Estado argentino, tomo diferentes medidas para que la nación pudiera llamarse así adecuadamente: instaló la administración pública en todo el territorio –oficinas, códigos de leyes unificados- y unificó la economía, a través de la creación de un Banco Nacional, o la unificación de la moneda, por ejemplo.
Además, fue necesaria la creación de una historia, de una real identidad nacional, ya que eran muchos los inmigrantes en el país. De esta manera y de forma muy gradual, la Argentina fue formándose como Estado-Nación, como bien la conocemos ahora, con sus costumbres, tradiciones y hasta fechas patrias que nos representan.

Democracia.
Si empezamos a hablar de democracia podemos tener en cuenta primero, el origen etimológico de la palabra. Proveniente del antiguo griego, se compone de las siguientes palabras: demos que significa pueblo; y cracia, gobierno. Es así, que establecemos como definición de democracia al gobierno del pueblo.
La democracia como sistema de gobierno es un concepto que se fue transformando a medida que pasó el tiempo. Por ejemplo, en la antigüedad, en Grecia, era de carácter directo; los ciudadanos participaban con voz y voto en una asamblea que elaboraba leyes, mientras que los extranjeros y esclavos no tenían derechos políticos. En cambio, en Roma, se elegía a los funcionarios aunque el senado estaba conformado por la aristocracia de patricios y plebeyos enriquecidos, que aprobaban o vetaban las leyes.
El surgimiento de la democracia moderna (algo más parecido a lo que conocemos hoy), surge luego de la Revolución Francesa de 1789. Este acontecimiento histórico trajo cambios importantes como fue la participación de una mayor cantidad de integrantes de un Estado, y la forma indirecta en la cual estos elegían a sus representantes.  Luego, en el siglo XIX, se amplió la participación de los ciudadanos.
Hoy en día, la democracia es la forma de gobierno que eligen casi la totalidad de los Estados. En ella, el derecho al voto es un deber cívico de un sistema representativo, necesario para lograr los tres aspectos característicos de la democracia como son la libertad, la igualdad y la justicia.
En nuestro país está instaurada la Constitución en la cual se establece al Estado Argentino, como un sistema representativo, republicano y federal. Al ser representativo es esencial la participación ciudadana, característica en una democracia participativa como es la de nuestro país. En las sociedades complejas la participación busca que los habitantes de un lugar sean sujetos sociales, con más capacidad para transformar el medio en el que viven y de control sobre sus órganos políticos, económicos y administrativos. Ésta consiste en participar de un partido político o una ONG, como también de activar en centros de estudiantes. Cualquier manera que encuentre el ciudadano para manifestar sus inquietudes cívicas, políticas y sociales son consideradas como acciones pertinentes y propias de quien lleva adelante esta manera de ser y pertenecer en la sociedad.


Conclusión:
                Luego de haber hecho un recorrido a nivel conceptual de lo que conforma una democracia, se han podido reconocer aquellos elementos que la constituyen. De esta manera, se puede afirmar que tanto la nación como la democracia son imprescindibles entre ellas. Es decir, la nación, con su rasgo fundamental de identificación a una cultura singular, ayuda a crear un consenso entre los integrantes de la sociedad a la que pertenecen, logrando de esta manera, una democracia conforme a sus ideales.  
                La democracia, a su vez, asegura con la participación ciudadana afianzar la identificación que fortalece la cultura que determina a la nación. Esta participación, va acompañada de la libertad de expresión, que todo ciudadano posee como derecho en una democracia legítima.
                Otro de los conceptos que constituyen a la democracia es el de Estado. Podemos ahora sí, concluir en que su mayor función es la de organizar a la sociedad de una manera política, y así generar un orden social.  Esta idea de Estado, es otorgada por los diferentes pensadores que a lo largo de la historia, lo han definido desde la ideología imperante en sus respectivos períodos históricos.


BIBLIOGRAFÍA:
-Pérez Lalanne, Roberto: Sociología. Una apuesta al conocimiento científico. LEUKA. Buenos Aires. 2003.
-De Luca, Paola y otros: Política y ciudadanía. Santillana. Buenos Aires. 2010.
-Casullo, H y otros: Formación ética y ciudadana. Santillana. Buenos Aires. 1998.
Apuntes tomados en clase.
Material extraído de Internet: